Estaba muy preocupada.
Todos los días tenía la misma conversación con mi preadolescente macho.
LLega de la calle de jugar al futbol un par de horas:
-Nene, por dios, no se te ocurra sentarte, dúchate que hueles a perros muertos.
-Mamá, eres la más pesá de todas las madres, si me duché.....( ni se acuerda).
Cansada de ser tan repetida, se me ocurre decirle:
-Bueno nene, entonces coge un libro y repasa.
Se produjo el milagro
-Vale mamá, voy a ducharme.
Estoy más tranquila, ya sé que mi hijo no es un guarro, el problema es la lengua.
Mi preadolescente y yo no utilizamos la misma.
Sé que coger un libro y repasar significa ducharse.
Ahora me toca averiguar cuales son las palabras apropiadas para que se ponga a estudiar.
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