Siempre me ha dado yuyu hablar de clonación reproductiva por las implicaciones y el desafío que esto lleva consigo.
La selección a la que pudiéramos llegar, quién llegará, quién lo podría pagar...porque al final de todo está la economía, sólo los más ricos tendrían la capacidad de elegir las mejoras genéticas.
Hasta hace unos días que una amiga me dió una nueva visión.
A ella le gusta planchar, le gusta cocinar, pero no lo hace porque no tiene tiempo, si ella pudiera se clonaría para poder hacer todas esas cosas con las que disfrutaría.
Me hizo pensar y lo que descubrí me puso de muy malafollá ¿para qué quiero otra cómo yo?
LLevo dos días pensando y ná de ná.
Hoy por fín he encontrado un placebo, mi amiga lo que quiere es tiempo y yo sí lo tengo. El que no se consuela es porque no quiere.
De todas formas, después de decidir que yo no me clonaría, sí tengo claro que si puedo me pido un clon de mi amiga Raquel, me alegra la vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario