Tengo todas las ventajas y las desventajas de tener mucha familia cerca. Nunca las he puesto en una balanza por si acaso.
-¿Estáis o no estáis?
Esto lo puedo oir cuatro o cinco veces si se dá bien el día o "cienes" de veces si se dá mal.
Mi marido que es muy educado y además es "su familia" contesta:
-Aquí estamos, sí.
-¿Está tu mujer?
- No sé si ha salido o está por ahí adentro.
Me hayaba relajada, con una revista entre las manos y sentadita en el WC.
¿Contesto o no contesto?, me pregunto. Venga maruja no seas mala, di algo.
-Estoy aquí.
Oigo pasos, y se situan en la puerta.
-Tranquila, tu sigue, si yo no tengo prisa, sólo quería decirte.........
.......bla, bla..................bla...bla...........bla....bla.........
......bla, bla....................bla....bla......bla....bla............
Así no hay forma.
Otro punto más para mi agenda de "cosas que no haré, cuando esté más vieja y más chocha":
-No provocar estreñimiento en mi nuera.
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