Ahora entiendo por qué dicen de "Madrid al cielo"... puede uno caerse en una de las muchas zanjas que hay y claro que te vas directamente al cielo, aunque también podría decirlo de Granada, ahora mismo se le ven las entrañas.
El sábado empredimos el viaje hacia Madrid, como no todos los días le hago una visita, hay que aprovechar para ver "cosillas" aunque el motivo sea otro.
Fuímos a ver el Monasterio de las Descalzas, visita guiada, unas veinte personas, y excepto nosotros dos, ninguno era español, por las caras que ponían al oir a la guía, ni pajolera idea, pero eran muy educados y todos muy calladitos.
Precioso el monasterio, en el centro de Madrid y dentro no se oía ni una mosca.
Después un descansillo y a prepararse para la gran cita, aunque poco podía hacer ya, hasta me había depilado el día anterior.
Nos dirigimos hacia el lugar elegido, "el oso y el madroño".
Iba mirando y buscando por todas partes sin ver nada, cuando oigo una voz: marujaaaaaaa, era Lolita,Pilar, Mariajoy Ángela. Abrazos, besos, risas.
A continuación llegaron Thalatta y Cobre. Más abrazos, más besos.
Y por último llegó un terremoto de mujer, Siouxie.
Siete mujeres estupendas, sientes en cada uno de sus abrazos, cariño, ternura y complicidad.
Un placer fué cenar con ellas.
Un placer fué bailar con ellas.
Un placer fué reir con ellas.
Un placer fué hablar con ellas.
Y un placer fué fumar con ellas, porque fumé.
Un lujazo estar entre ellas. (algunas fotos)
A la mañana siguiente mientras esperábamos la llegada de los ciclistas nos dimos una vuelta por el Prado, cada vez que lo visitamos vemos los cuadros de un artista, vamos poco a poco, nos tocaba Rubens.
Después de chillar a los ciclistas, regreso para Granada, cansada, muy cansada pero con un buen sabor de boca.
El sábado cuando esté tirada en el campo recogiendo almendras añoraré a Madrid, vaya si lo añoraré.
No hay comentarios:
Publicar un comentario