Si algún día por la calle un conocido mio me dijera ¡hola linda!, la reacción que se produciría en mi sería algo así:
- ojos muy, muy abiertos
- boca mas abierta todavía
- baba saliendo a borbotones
- temblores en piernas y brazos
- cosquillillas en la barriga
Salida del trance, pensaría " dios mio, que le pasa a éste".
Y es que teniendo el mismo vocabulario, nosotros no lo usamos.
¡Hola linda! y ¡besos dulces! es el saludo y la despedida de uno de mis contactos en el msn.
Mi reacción es la misma, aunque sea por internet, hasta que alguno de mis hijos se acerca al ordenador, mira y dice, no te lo creas, es mentira.
Que asco me provoca la sinceridad.
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