Oí hace unos días a un personaje de los que crean opinión en estos tiempos en televisión, una modelo, decir, cuando le preguntaron cómo mantenía su piel tan tersa, estas maravillas:
- soy felíz, (me pongo eferma cuando lo oigo, ¡una es fea y además desgraciada!)
- bebo mucha agua, (¡claro que las feas bebemos sólo vino!)
- y meto todos los días la cabeza en el congelador cinco minutos (sin comentarios).
Se me ha ocurrido que cómo Granada es un congelador estos días darme una vuelta y comprobar si la susodicha tiene razón por lo menos con esto último.
Me he dado un largo paseo y el resultado ha sido un fiasco.
No contaba yo con ese airecillo que corre y que te hace entornar los ojos y abrir la boca un poco.
¡Tengo ochocientas mil arrugas más!
No hay comentarios:
Publicar un comentario