Soy una ferviente admiradora de las mujeres trabajadoras, estoy convencida de que se tienen ganado el cielo.
Al no encontrarme entre ellas y por pura envidía quería pasar este día casi de puntillas.
Esta maruja que de vez en cuando reflexiona y otras veces también piensa está convencida de que uno de los fallos de esta sociedad es intentar una educación igualitaria tanto para hombres como para mujeres, queda muy bonito, pero eso hoy, todavía no se puede hacer.
Yo paso de enseñarle a mi hija a hacer la comida, a planchar, a esas cosas tan divertidas de la casa, estoy segura que el día que lo necesite lo hará.
Sí intento inculcarle que el trabajo no es un derecho, es una OBLIGACIÓN y que jamás de los jamases deje un trabajo, ni por la familia, ni por los hijos, ni por leches.
Lo primero es un trabajo, después lo demás.
Mientras que a mi hijo lo del trabajo no es necesario, es normal que un hombre tenga que trabajar, el ambiente ya lo hace por mí, así que intento que el día de mañana no sea un inútil en lo demás, que cuando necesite a una mujer no sea para que le haga la comida, le planche o le eduque a sus hijos.
Quiero hijos independientes, no iguales.
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