2.12.04

NO QUIERO ESTAR GUAPA, QUIERO ESTAR SEXI

Se supone que a una maruja como yo le debe de gustar ir de compras.
Se supone que disfruta si la que quiere ir de compras es su hija.

Pues yo cuando oigo:
-Mamá tengo que comprarme algo para la fiesta del viernes.

El vello no se me eriza porque no tengo, yo tengo pelos, que se me ponen como garfios.

Recorrer cientos de comercios, aguantando colas en los probadores, colas en las cajas para pagar, y colas para poder salir, no me hace mucha ilusión pero son una de las obligaciones que tiene el parir.

Ahí estoy yo cargada de ropa en la cola de los probadores mientras que la niña trae más y más trapos, sudando como si fuera agosto.

Y luego viene lo peor, contestar a la pregunta ¿que te parece?

-Muy guapa hija, estás muy guapa.
-Jo mamá, yo no quiero estar guapa quiero estar sexi.

Estar sexi para ella es ir enseñando piernas, barriga y tetas.

Que no sé yo de donde habrá salido la moda de ir medio desnuda en invierno, con el frío que hace. Y es que las tiendas están llenas de camisetas de tirantes y faldas que hasta el nombre ocupa más espacio que tela llevan.

Cómo la fiesta es para sacar dinero para su viaje de estudios a ella le toca vender entradas en la puerta de 10 a 10.30. Yo como buena maruja he preparado los sobres de Frenadol y las aspirinas infantiles para su vuelta.

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