Siempre he oído y además lo creo que la comida debe de entrar primero por los ojos.
Así que de vez en cuando compro pasta con distintas formas para no aburrir al personal siempre con lo mismo.
Pongo el plato en la mesa y oigo a mi "adolescsente macho" dirigiénsose a su hermana:
-¡Nena hoy comemos pollas!
-¡Dios mio y todo los Santos Apóstoles Pedro y Pablo y próximamente Juan Pablo II, ¿cuántas veces tengo que decirte que no digas tacos?.
-que no mamá, que esto tiene forma de pollas.
Yo creía que eran caras risueñas.
Espero que nadie le pregunte qué le ha hecho mamá de comer hoy.
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